“Holístico” viene de “holos”, una palabra griega que significa “todo” o “el todo”. Por eso algo holístico es algo total, algo que no considera las partes por separado, sino al objeto como un todo.

Suele ocurrirnos que cuando tenemos una molestia “física”, concurrimos al doctor; cuando sentimos que nuestra mente no se encuentra completamente equilibrada, pensamos en ir a un psicólogo; cuando hay necesidades espirituales, los religiosos buscan refugio en la iglesia. Como si nuestros problemas pudieran clasificarse y colocarse en distintas categorías. Esto parece lógico, pero está científicamente demostrado que los sentimientos, emociones y pensamientos del individuo afectan directamente a su cuerpo, así como evidentemente el estado de nuestro cuerpo genera emociones y sentimientos ¿Cómo podemos entonces separarnos en “partes” tan bien delimitadas? ¿Cómo creemos que podemos solucionar nuestros problemas si solo los encaramos desde una perspectiva?

La física nos ha demostrado que la materia está compuesta por átomos, y éstos por partículas atómicas: protones, neutrones y electrones. Los protones y electrones formando un núcleo alrededor del cual giran electrones, o partículas energéticas. Pero más adelante descubrimos que lo que considerábamos la parte “sólida” del átomo, su núcleo, está a su vez formado por partículas subatómicas llamadas “cuantas” que son simplemente ondas de energía.
Vemos entonces que aunque nuestros limitados sentidos no puedan captarlo, todo esta formado por energía. La famosa teoría de la relatividad de Einstein nos presenta esta fórmula:´


E = mc2



Si “E” equivale a energía, “m” a la masa de los cuerpos físicos, y “c” a la velocidad de la luz, notamos que masa y energía son convertibles e intercambiables. Los elementos pueden ser transformados en energía, así como también puede transformarse energía en materia, ya que son dimensiones de la misma realidad.
Por eso es que los que dicen “no creer en estas cosas” y afirman cuanto menos que se trata de locuras están negando un hecho científico comprobado. Simplemente, por comodidad o desconocimiento no se ha dado al universo la profunda consideración que este merece.

Existen gran cantidad de terapeutas que trabajan con la materia. Los honramos y agradecemos por su existencia. Los consideramos imprescindibles en el proceso de curación. Así también, del otro lado de la ecuación, nos encontramos los terapeutas que trabajamos con energía, quienes consideramos que no hay mejor forma de solucionar nuestros “problemas” que partiendo la fuente, el origen mismo de todo lo que existe, transmutando, redirigiendo, programando la energía y aplicando de manera constructiva toda su potencialidad.

Particularmente, mi manera de trabajar, no consiste en la aplicación de una única técnica, ni en la de múltiples técnicas de manera aislada. Utilizo elementos, símbolos, enseñanzas, técnicas, ejercicios y herramientas provenientes de diferentes culturas y disciplinas sobre las que expongo algo de información pertinente en este blog. Los invito a navegarlo. Tal vez se sorprendan, tal vez se encuentren con que, después de todo, se trataba de algo diferente a lo que imaginaron. Tal vez descubran, si es que no lo saben ya, que aquí no hay nada “raro”, se trata de sabiduría que las culturas más avanzadas de nuestro planeta poseen hace milenios. Siempre estuvo allí, esperando que hombres y mujeres abandonemos nuestro letargo cotidiano, que superemos nuestras limitaciones auto impuestas, y despertemos a ella.


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